¿Cómo se explica la diferencia entre el éxito y el fracaso? El ya mundialmente conocido Joachim de Posada, encontró la respuesta a esta pregunta en el famoso estudio de la Universidad de Stanford en el que algunos niños fueron capaces de posponer la gratificación (en la forma de marshmallows que les fueron dados con la promesa de recibir otro si resistían comer el primero por quince minutos). Diez años más tarde, los niños que esperaron por la gratificación habían crecido siendo significativamente más exitosos que aquellos que se comieron el dulce inmediatamente.
Posada observó que la principal diferencia entre éxito y fracaso no es solamente el trabajo duro o mayor inteligencia, sino la habilidad de posponer la gratificación. Algunos esperan para obtener mejores beneficios y alcanzan altos niveles de éxito mientras otros se comen todos los dulces apenas los tienen disponibles, visto en acumulaciones de deudas e insatisfacciones a pesar de sus ocupaciones o ingresos.